lunes, 6 de septiembre de 2010

Prometí que no lo volvería a hacer, que no volvería a enamorarme. Prometí no volver a pensar en él las 24 horas del día, prometí no ponerme nerviosa cada vez que le viera, que de cuatro palabras que dijera tres no me recordaran a él y la cuarta fuera su nombre. Prometí no mirarlo mientras él no me viera. Prometí no emocionarme cuando él me mirara pensando que yo no me daba cuenta.
Prometí, prometí y prometí, y todas mis promesas se rompieron. ¿El motivo? Apareciste TÚ!

Lo volvi a hacer, me volví a enamorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario