sábado, 9 de octubre de 2010

El esfuerzo de sonreír, después de horas de llanto. Disimular de una noche de desesperación. Levantarse después de caer, vivir después de morir, revivir después de matar, amar después de odiar, perdonar después de ser lastimada, creer después de ser mentida, confiar después de ser decepcionada, querer después de evitar, Contar las tolerancias que te quedan, después de perdonar millones de veces y dar otro millón de oportunidades, esperar y ser paciente ante un fenómeno querido que no te deja de lastimar, ante una lluvia de palabras que no podes evitar, e incontables lagrimas que ya no podías guardar. Una cantidad extrema de sentimientos que te confunden, o que te hacen sentir estúpida, decepcionada y usada, como una ilusa, una tolerada. Empezas a pensar en otra cosa, o pones la cabeza dentro de el invierno pasado, dentro de algún otro tarado que te haga creer en otra cosa, en otra realidad que no sea tu estúpida de mentira, de inventar cada segundo en tu contra, cada muerte corta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario